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José “Pepe” Mujica (Montevideo, 1935), expresidente de Uruguay y una de las figuras más emblemáticas de la política latinoamericana contemporánea, falleció este martes a los 89 años.
La noticia la confirmó el actual mandatario uruguayo, Yamandú Orsi en su cuenta en la red social X (Twitter).
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, dijo Orsi.
Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.
— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025
Mujica había hecho público en enero que padecía un cáncer de esófago que se había extendido al hígado y que no se sometería a nuevos tratamientos.
“Me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, había declarado entonces con la serenidad y honestidad que lo caracterizaban.
Recientemente, su esposa y compañera de vida, Lucía Topolansky, había confirmado que Mujica se encontraba en fase terminal.
Topolansky explicó ayer a la radio local Sarandí que la situación era “terminal”. Hoy se ha conocido la triste noticia.
Mujica fue una figura que trascendió fronteras. Su historia personal –de exguerrillero tupamaro a presidente de la República– conmovió al mundo, refirió elDiario.es.
Asumió la presidencia de Uruguay el 1 de marzo de 2010, a los 75 años, liderando una coalición de izquierda y marcando un hito en la historia política del país y de la región.
Conocido popularmente como “Pepe”, un apodo con raíces españolas que lo acompañó toda su vida, Mujica fue un símbolo de austeridad, honestidad y compromiso social.
Su estilo de vida sobrio —vivía en una chacra modesta y conducía su viejo Volkswagen Escarabajo— se convirtió en una imagen potente de su filosofía política y personal.
Un líder que conmovió al mundo
Desde muy joven, Mujica estuvo vinculado al activismo político. A los 14 años comenzó a militar en una agrupación de corte anarquista, y con el tiempo se acercó a los movimientos de izquierda, abrazando el marxismo como base de su pensamiento.
Durante la dictadura uruguaya, pasó más de una década en prisión en condiciones extremas, experiencia que moldeó su visión humanista y su defensa de los derechos humanos.
Además de su intensa vida política, fue un lector incansable de historia, biología y literatura, campos que nutrieron su pensamiento y su discurso público.
Su legado va más allá de sus años como presidente: Mujica será recordado como un hombre que defendió con firmeza a los sectores más vulnerables, promovió la legalización del matrimonio igualitario, el aborto, y se mantuvo siempre cercano al pueblo.
Uruguay y América Latina despiden hoy a un líder carismático y querido por muchos, cuya vida estuvo marcada por la lucha, la dignidad y una profunda vocación de servicio.
Mujica: Lo que estamos gastando es tiempo de vida
En construcción…
Que en Paz Descanse.